Paula tiene 20 años, un hijo de diez meses y una decidida determinación a triunfar en el mundo de la moda. Después de la polémica surgida en torno a Miss Cantabria 2006 a la que se retiró la corona precisamente por ser madre, Paula afronta un doble reto, el de representar a su ciudad «y dejar claro que siendo madre se puede estar igual o más guapa que cualquiera de las que no lo son». Paula, que vive en Salamanca desde hace once años y estudia estética y peluquería, quiere convertir el mundo de la moda y la publicidad en su carta de presentación profesional «porque quiero vivir de esto. Sé que es un poquito difícil, pero lo quiero lograr y espero conseguirlo».
Por su parte Sandra Veiga, de 27 años y madre de un niño de ocho, es desde hace un par de noches, y para todo un año, la más bella de Cantabria, de lo que podrá presumir sin tener que recurrir a la justicia como tuvo que hacerlo en 2006 la joven Ángela Bustillo, también madre de un niño y a la que descalificaron precismente por su maternidad. Sandra tiene la mente puesta en un futuro como modelo, presentadora de televisión o actriz. Tras haber ganado con anterioridad el título de Miss Turismo dice que «hacer algo en Miss España es muy difícil, pero me quedo con vivir la experiencia, gane o no». A Sandra le encanta el chocolate y la bollería y, a pesar de ello, asegura que no engorda.
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