Miss Ecuador

Si Sandra hubiera continuado las clases de pintura que inició a los 4 años, ahora sería su propia modelo. Pero no fue así. Las artes plásticas, así como las actorales quedaron atrás en tiempo y práctica.

“Creo que soy una persona muy completa. Considero que soy una mujer trabajadora, que tengo belleza espiritual y quiero trabajar por el país”.

Para Sandra Vinces, solo la música ha vencido al olvido, por eso inició su carrera de Pedagogía Musical, aunque tuvo que interrumpirla nada más y nada menos porque fue elegida Miss Ecuador.

Pero no se crea que abarca muchas artes, todo corresponde a una etapa diferente de su vida. “En mi época de modelo hice solo modelaje; cuando cantaba me dediqué solo al canto; cuando estudié pintura me dediqué solo a pintar...

Soy una mujer multifacética”. De todo esto, lo único que probablemente ha sacado, es lo que de verdad sirve: la satisfacción de decir que ha logrado, con mucho trabajo, lo que ha querido.
“Me encanta descubrir nuevas cosas, trazarme nuevas metas, cada cosa la he hecho con tiempo, con todo el corazón y me ha salido bien”.

Aunque no proviene de una familia de músicos, en su natal Portoviejo siempre estuvo empapada de mar y melodías. De ahí que durante algún tiempo formó parte del coro de la Universidad Técnica de Manabí, con el cual grabó dos discos: uno fue de canciones típicas manabitas y el otro de villancicos. Ambos, agotados. Luego, el coro se transformó en un grupo artístico, con baile y canto.

Mide 1,78 m pero nunca se acomplejó por ser la chica más alta de su colegio, gracias a los consejos de su madre. Nunca aparentó la edad que tiene, a los 14 parecía de 18. Cualquiera que la ve ahora, no creería que por fin llegó a los 18 y que recién va a votar.

No cree que por haber obtenido este reinado sea la mujer más bonita del país. “Miss Ecuador es la embajadora de la belleza e inteligencia de la mujer ecuatoriana.

Es quien va a representar a muchas mujeres, no solamente en lo físico”. No tiene reparos en admitir que para Miss Universo retocará su nariz (la cual seguía inflamada por una rinoplastia después de haber ganado Miss Ecuador, poco gente sabe eso y muchos la han criticado), y posiblemente aumente sus senos, pero todavía no lo sabe con seguridad.

No tiene enamorado, no cree en el hombre perfecto pero sí cree en el amor y en el matrimonio para siempre. Pretendientes no le faltan, pero solo ha tenido tres amores en su vida.

Le gustan el viche de mariscos, los rompecabezas, el fucsia, el chocolate, la playa, los perritos. Llora con una canción que escribió y que no ha grabado, aunque la canta para sí misma: “Déjame seguir viviendo, déjame olvidar / deja ya mi corazón, que yo ya no te quiero más”.

Le gustan los libros que puede aplicar, historias de superación personal, de gente real que ha salido de muy abajo y ha logrado ser exitosa.

Quiere perfeccionar su inglés, para “tener una larga plática, cantar”.

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