27-08-2009 / La venezolana se llevó la corona de Miss Universo.
Por Florencia Canale
"Mi arma es ser venezolana”. Con muestras de un enorme patriotismo, Stefanía Fernández fue la elegida. Con el llanto repetido, las bocas enormes de sus compañeras de rubro y el temblor por la emoción, la joven de 18 años y la banda de Miss Venezuela sobre su pecho, se llevó la corona. Pero no todo salió como en los ensayos reiterados y agotadores. Cuando la reina de la edición anterior, la también bolivariana Dayana Mendoza, acercó su osamenta para colocarle la corona, el bailoteo de ambas fue tan movido que la joya que demuestra la belleza real cayó al piso con estruendo y gritos incluidos.
Ante la pregunta del millón por averiguar cuál era el secreto de las mujeres venezolanas que hacía que ganaran los concursos de belleza, Stefanía respondió: “Es por nuestra naturalidad”. La estudiante de Relaciones Internacionales desplegó su sapiencia en el escenario de la competencia y afirmó que las mujeres habían superado varios obstáculos discriminatorios, hasta alcanzar cierta igualdad con los hombres y mantenerse en un mismo nivel. Por supuesto recibió entonces el interrogatorio por las dudas ante la igualdad de géneros impulsados en las competencias de belleza. La Miss no dudó y señaló que los concursos abren posibilidades para darse a conocer, pues las participantes son seguidas en todo el mundo y vistas como modelos a seguir.
Pero la gresca se armó con la paleta de colores de la muchacha. Su entrada triunfal con un vestido rojo chavista arengó a las masas bolivarianas, quienes admiraron la elección cromática. Stefanía sólo mostró en silencio su postura política. “Al lado de mis compañeras, me siento fea”, fue lo único que dijo al final de la fiesta. Las “lindas” que perdieron al lado de la exponente de Venezuela fueron la dominicana Ada Aimee de la Cruz; Miss Kosovo, Droga Ganusha; la australiana Rachel Finch, y la puertorriqueña Mayra Matos Pérez.
El padre de la feliz ganadora, desde Mérida, su ciudad natal, fue el vocero de la joven. “Yo soy un hombre de trabajo, no estoy ligado a la farándula. Defiendo a este país y me siento más venezolano que nunca”, dijo José Luis Fernández con la algarabía propia del orgullo paternal.
La nueva Miss Universo 2009 hace oídos sordos a las acusaciones antichavistas de “dejarse lavar el cerebro” que salieron en el diario El Nacional de Venezuela. Sólo escucha cuando la tildan de socialista. Y gira con el vestido rojo, y su sonrisa plena, de reina de la belleza.
http://www.elargentino.com/
"Mi arma es ser venezolana”. Con muestras de un enorme patriotismo, Stefanía Fernández fue la elegida. Con el llanto repetido, las bocas enormes de sus compañeras de rubro y el temblor por la emoción, la joven de 18 años y la banda de Miss Venezuela sobre su pecho, se llevó la corona. Pero no todo salió como en los ensayos reiterados y agotadores. Cuando la reina de la edición anterior, la también bolivariana Dayana Mendoza, acercó su osamenta para colocarle la corona, el bailoteo de ambas fue tan movido que la joya que demuestra la belleza real cayó al piso con estruendo y gritos incluidos.
Ante la pregunta del millón por averiguar cuál era el secreto de las mujeres venezolanas que hacía que ganaran los concursos de belleza, Stefanía respondió: “Es por nuestra naturalidad”. La estudiante de Relaciones Internacionales desplegó su sapiencia en el escenario de la competencia y afirmó que las mujeres habían superado varios obstáculos discriminatorios, hasta alcanzar cierta igualdad con los hombres y mantenerse en un mismo nivel. Por supuesto recibió entonces el interrogatorio por las dudas ante la igualdad de géneros impulsados en las competencias de belleza. La Miss no dudó y señaló que los concursos abren posibilidades para darse a conocer, pues las participantes son seguidas en todo el mundo y vistas como modelos a seguir.
Pero la gresca se armó con la paleta de colores de la muchacha. Su entrada triunfal con un vestido rojo chavista arengó a las masas bolivarianas, quienes admiraron la elección cromática. Stefanía sólo mostró en silencio su postura política. “Al lado de mis compañeras, me siento fea”, fue lo único que dijo al final de la fiesta. Las “lindas” que perdieron al lado de la exponente de Venezuela fueron la dominicana Ada Aimee de la Cruz; Miss Kosovo, Droga Ganusha; la australiana Rachel Finch, y la puertorriqueña Mayra Matos Pérez.
El padre de la feliz ganadora, desde Mérida, su ciudad natal, fue el vocero de la joven. “Yo soy un hombre de trabajo, no estoy ligado a la farándula. Defiendo a este país y me siento más venezolano que nunca”, dijo José Luis Fernández con la algarabía propia del orgullo paternal.
La nueva Miss Universo 2009 hace oídos sordos a las acusaciones antichavistas de “dejarse lavar el cerebro” que salieron en el diario El Nacional de Venezuela. Sólo escucha cuando la tildan de socialista. Y gira con el vestido rojo, y su sonrisa plena, de reina de la belleza.
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