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Fabiola Bohórquez Guerra / noticias@laverdad.com
Participar en la noche más linda del año, es el sueño de Mírian Abreu, representante del estado Miranda en el Miss Venezuela, desde niña. La jóven de 20 años sueña con ser la primera presidenta de Venezuela y lucha por dar a conocer la belleza e inteligencia criolla alrededor del mundo.
A pesar de su delgada figura, y medidas de 89-58-89, Míriam se las trae. La nativa de Santa Bárbara del Zulia está convencida de cumplir su deseo de ser miss, activista y presidenta de Venezuela. "Mi bisabuela es Graciela Rincón Calcaño, ella fue una poetiza y mujer ejemplar a quien admiro y pretendo seguirle los pasos".
La Barbie -como también se le conoce- manifestó su deseo de ser vista como Evita Perón, personaje que le ha servido de inspiración. "Quiero aprovechar mi belleza para evolucionar y combatir cosas negativas. Algunas personas me ven como una niña plástica, pero no es así. Vine con la meta de ser presidenta porque, como a todos, también me duele el país".
La mayoría de las candidatas expresan su deseo de ser actrices, cantantes, modelos y animadoras, pero ese camino no es el que Abreu quiere seguir. Miss Miranda inició en la capital una serie de campañas contra el maltrato de la mujer para demostrar su vena social y ganas de ayudar. "Todo lo negativo lo convierto en positivo, esa es mi filosofía".
Amor por lo que hace
La candidata es una de las favoritas para llevarse la corona, aunque admitió que no siente ventaja con respecto a sus compañeras. "Todas nos merecemos ganar, somos bellas, inteligentes y estamos trabajando duro".
Se define como una joven "fuerte, segura, enérgica y muy sensible" que desde que tiene uso de razón ha seguido los pasos del certamen de belleza como toda una aficionada. "Recuerdo que veía de pequeña con mi mamá el concurso, juntas lloramos y reimos frente al televisor". Su lazo con el Miss Venezuela surge a partir de que Milagros Medina, su mamá, participó en el concurso en 1987, pero se retiró porque estaba embarazada.
La ferviente devota de La Chinita prometió que si llega a coronarse miss Venezuela llevará su triunfo al Zulia y a la Virgen. "A mí me corre sangre zuliana por eso quiero tanto a esa tierra. Extraño los patacones, los caballos, el campo, el idioma y el calor de la gente". Se siente identificada con sus raíces razón por la que posó en diciembre de 2006 para la portada de la revista Blanco y Negro -publicación del diario La Verdad- y además viste exclusivamente los modelos del diseñador zuliano Nidal.
Al recordar sus inicios en el competido mundo de la belleza Abreu expresó ser una mujer que apuesta por los retos y le encanta arriesgarse. "Fui al castin y quedé. No pensaba participar, pero siempre he sido muy femenina y coqueta. Mi familia me apoyó para asumir esta experiencia".
Belleza natural
La figura de Abreu "es obra y gracia de la naturaleza y la genética". Cuenta que sólo entro al quirófano para operarse el busto. "Lo único que me he operado son los senos, pero se ven muy naturales. Fue algo sutil, no se ven nada plásticos ni enormes". Afirmó que no está en dieta gracias a que siempre ha sido flaca. "A veces me como un patacón y las demás me envidian porque están a dieta (risas)".
En el supuesto que Osmel Sousa le sugiriera operarse la joven confirmó que no accedería a la petición. "Osmel no obliga a nadie. Y pienso que si gano es porque estoy perfecta y ya no necesito más operación porque ellos me conocieron así".
A seis días de la noche tan linda el régimen de preparación de la zuliana consta de ejercicios, clases de pasarela, oratoria y baile. "Aprovecho el impulso que me da el concurso y el aprendizaje. Sólo voy al gimnasio para mantener mi cuerpo y hago todo con amor y muchas ganas para que salga bien".
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