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Esta hermosa joven, miss Bruselas y candidata favorita para poner cara y cuerpo a la belleza belga en el concurso de Miss Bélgica que tendrá lugar en diciembre, se quedará compuesta y sin novio.
La elegancia y belleza de Halima Chehaïma, de dieciocho años e hija de padre marroquí y madre flamenca, no podrán optar a la corona de Miss tras descubrir una tendencia política cuestionable y, lo que es peor, contacto con Bilal Ould Haj, un criminal belga de origen marroquí.
El pasado mes de octubre, cuando tuvieron lugar las elecciones regionales del país, Halima se presentó como candidata del partido Marxista-Leninista del Trabajo en su barrio, Molenbeek, habitado en gran parte por musulmanes.
El Partido, con apenas algunos simpatizantes, no consiguió los votos para que Halima fuese elegida, pero para entonces ya había muchos puntos para su elección de Miss: la joven había secundado la opinión ya hecha pública por regímenes como el iraní de que: "Israel debe desaparecer del mapa".
Todavía se empeoraron más las cosas cuando poco tiempo después se le relacionó con Ould Haj, acusado de tres robos en joyerías y de haber torturado a la anciana de 84 años Maria Reyntjes, a quien golpeó con un martillo en la piernas tras irrumpir en su casa para robar y encontrar tan sólo 500 euros.
Ould Haj consiguió escapar, pero meses más tarde tuvo que enfrentarse a la violencia de la nueva pareja de la Miss, un criminal albano, y fue arrestado por la policía.
La "Miss", lejos ahora ser coronada, continúa sometiéndose a los interrogatorios policiales para aclarar su grado de complicidad con Ould Haj.
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