Miss Espanha Internacional 2005 não se sente mulher objeto

Miss Sevilla no se siente «mujer objeto» como recogepelotas

ADRIANA ESPINOSA

Apresurada, un tanto nerviosa y con una amplia sonrisa en la cara apareció Pilar Domínguez tras la puerta la mañana de ayer. Después de una semana de viajes y duro trabajo, todavía recuerda con alegría los sets pasados al lado de sus ídolos deportistas: Nadal, Ferrero y muchos otros a quienes siempre había deseado conocer. El Master Series de Madrid le ha proporcionado la oportunidad.
Es el segundo año que este evento utiliza a modelos para desempeñar la función de recogepelotas, algo que ha levantado la polémica desde la primera edición. Según Pilar, el ambiente de este año ha sido mucho más relajado, aunque todavía se notaba una cierta tensión entre el público, «como esperando a que las modelos cometiéramos algún error».
Respetando las opiniones de todos, Pilar no coincide con la calificación de «mujeres objeto» que lanzan algunos sectores. La mayor exigencia en el casting de este año es una muestra de que las modelos son perfectamente capaces de desempeñar su función. Por otra parte ,« tanto la aparición de las modelos como la polémica en torno a ello ha contribuido a promocionar el Master. Se trata de márketing», afirma.

Conociendo un poco a Miss Sevilla, enseguida se descubre que esta joven se sale ampliamente del estereotipo de modelo establecido. La energía le sale de cada poro de su cuerpo, y una gran curiosidad que le lleva a realizar todas las actividades a su alcance: además de la moda, le gusta la pintura y está haciendo el tercer curso de la carrera de Farmacia. Esta energía le ha servido para mantenerse firme en sus valores como católica. A pesar de que la manifestación pública de sus creencias le ha convertido «un poco en bicho raro» en el mundo de la moda, en ningún momento se ha arrepentido de ello y mantiene que la fe es lo que más fuerza le ha dado durante su trayectoria como modelo. «Puedes trabajar en lo que sea, pero teniendo siempre claras tus ideas. Yo nunca desfilaré en ropa interior ni con transparencias».

En cuanto al futuro, el centro de su atención lo ocupan los estudios de farmacia. «Yo no espero vivir de la moda», afirma convencida, aunque asegura que seguirá desfilando. Y es que la pasarela llegó para ella de forma inesperada, cuando hace dos años se presentó en Doble Erre para buscar trabajo como azafata. Tras colaborar con la diseñadora Carmen Moreno como imagen de su campaña, el mundo de la costura le empezó a interesar. Dos años más tarde, valora lo que le ha ocurrido como una experiencia muy «enriquecedora», que le ha permitido conocer gente de muchos países y madurar como persona.

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